el arte purepecha era realizado con materiales perecederos, se elaboraban cabezas talladas en madera, objetos de fibras naturales y trabajos en cuero. La cerámica era variada: monocroma bicromía y policroma en forma de cajetes vasijas tecomátes, ollas y pipas.
las figuras hechas en piedra son escasas. las esculturas eran echas en piedra volcánica siguiendo lineas esquemáticas
raíces prehispánicas y europeas.
miércoles, 12 de septiembre de 2012
El periodo pos clásico
El Período Posclasico es la última etapa del desarrollo
independiente de la civilización mesoamericana. Como los otros períodos de la
cronología mesoamericana, el inicio de este período varía en el tiempo, aunque
se suele señalar la caída de las ciudades-Estado del Epiclásico del centro de
Mesoamérica como el principio del Posclásico. Sin embargo, en todas las áreas
de Mesoamérica ocurrió un proceso de deterioro de las hegemonías regionales del
Clásico que concluyó con el abandono de las grandes metrópolis, como Monte
Albán en Oaxaca o las ciudades mayas de las Tierras Altas. Por otra parte, el
Norte de Mesoamérica fue escenario de un desastre ecológico que implicó el
abandono completo de esa región. Ante estos hechos, las migraciones fueron un
fenómeno que marcó el inicio del Posclásico. Estos cambios sociales que
marcaron a las sociedades mesoamericanas ocurrieron entre los siglos VIII y X
d.C.
El periodo Clásico
El Periodo Clásico de la civilización mesoamericana está
marcado por la consolidación del proceso urbanístico que se venía gestando
desde el Preclásico Tardío, lo cual ocurre hacia el siglo III d.C. Durante la
primera parte de esta época, Mesoamérica será dominada por Teotihuacan. A
partir del siglo VII d.C., esta ciudad comenzará un largo proceso de decadencia
que permitirá el florecimiento de las culturas maya, zapoteca y de los llamados
centros regionales del Epiclásico.
Las tumbas de tiro
Los términos tradición de las tumbas de tiro o cultura de
las tumbas de tiro se refieren a un conjunto de rasgos culturales
interconectados que se han encontrado en los estados mexicanos de Jalisco,
Nayarit y Colima. Se ha datado entre los años 300/200 a.C. y 400/600 d.C. de la
era cristiana. Una buena parte de los objetos producidos por los portadores de
esta cultura ha sido encontrado fuera de contexto arqueológico, debido a la
actividad de saqueadores de tumbas cuyos entierros han sido vendidos al mercado
negro. El mayor entierro asociado a esta tradición fue encontrado en 1993, en
Huitzilapa (Jalisco).
El periodo formativo en Jalisco
El Periodo Preclásico abarca aproximadamente desde los años
2500 a.C., fecha probable de la elaboración de la primera cerámica
mesoamericana; hasta el 200 d. C., en que se consuma la caída de Cuicuilco y
tiene lugar el florecimiento de Teotihuacan. A lo largo de este periodo se da
un proceso de evolución de las sociedades agrícolas igualitarias hacia unas más
estratificadas que concluirán con la formación del Estado teotihuacano
Capacha Colima
Con el nombre de cultura Capacha se conoce un complejo
arqueológico de Colima, en el Occidente de Mesoamérica. La cultura Capacha fue
la primera con rasgos complejos que se desarrolló en la región, aproximadamente
entre los años 2000 a. C. y 1200 a. C. Fue estudiada y descubierta por Isabel
Trusdell-Kelly, arqueóloga estadounidense que realizó excavaciones en la zona
de Colima en el año de 1939. Las semejanzas entre las piezas de esta cultura y
la cerámica contemporánea de la región de Ecuador apuntan a que hubo alguna
relación muy temprana entre el Occidente de mesoamericano y las culturas
andinas.
Capacha fue contemporánea de otros desarrollos culturales
importantes de Mesoamérica, como El Opeño, en Michoacán, y la primera fase de
Tlatilco, en el valle de México. La extensión geográfica de las piezas de
cerámica Capacha abarca toda la costa del océano Pacífico, entre los estados
mexicanos de Sinaloa, en el norte, y Guerrero, en el sur. Especialmente
importantes son los entierros descubiertos por Gordon F. Ekholm en Guasave,
Sinaloa.
El Opeño Michoacan
El Opeño es un yacimiento arqueológico que se localiza en
Jacona de Plancarte, un municipio del estado mexicano de Michoacán enclavado en
el Valle de Zamora. Da su nombre a una cultura precolombina conocida
especialmente por los materiales de cerámica encontrados en los complejos
funerarios de la zona, mismos que han sido fechados en el Preclásico Tardío de
Mesoamérica. La importancia de El Opeño en la arqueología mesoamericana radica
en su antigüedad y en la amplia difusión de su estilo, contemporáneo de otros
desarrollos culturales indígenas como la cultura Capacha y anterior a la
cultura de Chupícuaro que se desarrolló en el Bajío. Las tumbas de El Opeño son
las más antiguas de Mesoamérica. Han sido fechadas alrededor del siglo XVI a.
C., por lo que anteceden el desarrollo de la cultura olmeca, que tuvo sus
centros principales en la costa del golfo de México y floreció unos siglos más
tarde. Los descubrimientos de El Opeño fueron un hito que permitió poner en
tela de juicio el carácter que se atrubuía a los portadores de la cultura
olmeca como los fundadores de Mesoamérica
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